Selección de poemas del libro Paradoja Capítulo al éxtasis (1994). Ilustraciones creadas con inteligencia artificial (IA)
Paradoja capítulo al éxtasis 1994
Sol imposible
En septiembre un árbol de limón me restituye el otoño.
Entiendo que nogal es más alto y su madera muy apreciada,
pero yo solo veo el otoño en el humilde limonero que se deshoja
y en el viento que agita la superficie de la charca
y golpea las persianas de mi cuarto.
No sabría decir en qué zona del murmullo se oculta el amor
y cruzo los pasillos a sabiendas de que es septiembre
y habrá noches de té con zumo agrio
y una lejana estación restituida bajo un sol imposible.

Imagen generada por la IA sobre el poema Sol imposible, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Petición
El cosmos continuará gris si no descubres tus senos.
¿Acaso no ves la bruma elevarse?
Por eso salto y río al aguacero con la esperanza
de que el cosmos revele sus cumbres o un ápice de clemencia.

Imagen generada por la IA sobre el poema Petición, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Viaje interminable
En primavera el árbol sangrará sus frutos
y tu vientre cubierto de flores se elevará a un pacto.
Pactar no sido nunca una señal de caída.
Ayer me perdí y anduve hasta el crepúsculo
con una extraña moneda de viajar en la mano.
No quiero necesitarte tanto, solo alcanzar el punto
donde el mar desaparezca y quedemos el día y yo.

Imagen generada por la IA sobre el poema Viaje interminable, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Resplandores
En una tarde impasible me acosaba
su chaqueta carmín como su palidez.
Bajo su pelo ensortijado brotaba luz.
Nunca antes había visto un destello tan íntimo
nacido quién sabe de qué secretos flujos.
En una tarde seca me asediaban sus ojos,
una chaqueta carmín y todo el resplandor del universo.

Imagen generada por la IA sobre el poema Aproximaciones, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Aproximaciones
Es tan corta la vida del cerezo
que aun mirándote sueño con el último invierno
donde tú fabricabas origamis de periódicos viejos.
No eran grullas sino menudos animales domésticos.
Las aproximaciones carecen de sutilezas,
recuerdo que me dijiste mirando la manada de papel.

Imagen generada por la IA sobre el poema Aproximaciones, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Caída con furia
A la sombra de las uvas caleta nuestros cuerpos cedían,
sin embargo, el reloj marcaba una versión distinta del tiempo.
El azar nos trajo a esta soledad de arrecifes.
El azar y la desdicha, añades y de repente estallan olas
con una furia que apenas entendemos bajo la sombra de las uvas.

Imagen generada por la IA sobre el poema Caída con furia, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Cercos distantes
Me rondan las paredes y los dibujos.
El tiempo abre plazas para las persecuciones
La brisa arde sin el mar y, lejos, la violencia
repone la insignia en el poder de los pies.

Imagen generada por la IA sobre el poema Cercos distantes, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Estado de gracia
Un aceite azulado tiñe la noche.
Estoy alerta ¿qué otra cosa podría hacer
en el vórtice de un insospechado viento?
Mis sentidos captan un murmullo de cosmos,
un extraño derrame por los bordes.
Las cosas que una alguna vez vislumbré muertas
ahora respiran en el aceite azul de la noche.

Imagen generada por la IA sobre el poema Estado de gracia, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Fuera de control
Dibujo tus pezones con una fresa
y las ciudades quedan pequeñas en sus puntas.
Son inofensivos y en la boca la dulzura
se deshace con la rapidez que escapan del tacto.
Tomas la respiración llevándola hasta aquí,
donde tus senos invitan al desorden.

Imagen generada por la IA sobre el poema Fuera de control, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Cetrería
Besé tu espalda con una pluma de halcón.
No me detuve cuando te estremecías,
cuando jurabas desconocer la mancha gris
o el burbujeo de espuma ciega.
Solo por un instante me contuve (adoro lo difícil).
Entonces tu humedad se convirtió en un pájaro
agonizante entre mis garras de halcón.

Imagen generada por la IA sobre el poema Cetrería, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Nadie
Escucho el desvelo convertido en cenizas:
lapsos de cafeína, colillas de impaciencia.
El hombre se extingue (a veces no lo sabe)
y hace su fila para una noche de tazas indigentes.
Lo entiendo, pero no puedo mitigar su desesperación.
Ya he pedido mi dosis de muerte o de impaciencia
y no sería capaz de compartirla con nadie.

Imagen generada por la IA sobre el poema Nadie, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Vivo
Ahora sé que los trigales eran alfombras del otoño.
Si lo hubiera sabido antes, me acercaría al cielo cada mañana.
Protejo mis ojos y la nariz del finísimo polvo,
debo apilar el heno, sentir que vivo en una estación dorada.
He visto las planicies manchadas con el espeso óleo del sol.
Quiero disfrutar de este sueño y redescubrirme.

Imagen generada por la IA sobre el poema Vivo, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994
Vendimia chilena
Derramé el vino tinto encima de sus muslos:
ella aceptó mi juego y simuló no advertir.
En el intento de aligerar la isla rojiza de su saya,
entré en su boca y nada fue más sensato que parecer indescifrable.
Prolongar el enigma del placer es como acariciar el rocío
o pisotear uvas con las pies descalzos en tiempo de vendimia.

Imagen generada por la IA sobre el poema Vendimia chilena, del poemario Paradoja capítulo al éxtasis de 1994