Angry face with sweet thorns. Painting
Overcoming the initial lack of materials, in 1992 Jesús Lara produced three joint series. The first of them was Catharsis and other hallucinations.
The expressionist gesture takes over each of the pieces: from the chromatic impoverishment of the tones to the furious, agitated brushstrokes. The painting is of an austere character, with neutral colors, of the earth. Informalism, in turn, recalls the conquests of blasting and the latent figuration at times becomes grotesque.
They are pieces that convey a message of fear and death. The chromatic spaces are ambiguous and restricted, the dark tones. However, the general appearance of these images goes from anger and outrage to a resigned pessimism about the human condition in general and the Cuban condition in particular.
Lara paints what lives around him at a social level, except that his operation – somewhat misunderstood in his time – downplays his adaptability to historical praxis, from a language that knows how to prepare and adapt to the challenge without prostituting himself.
Rostro rabioso con dulces espinas. Pieza de la serie Catarsis y otras alucinaciones. 1992. La crisis económica acontecida a partir de 1991, supuso un trastorno en todos los órdenes que afectó a la gran mayoría de la población cubana desde la alimentación, salud, transporte, agricultura, servicios y una extensa lista que todo cubano puede enumerar con precisión y poco entusiasmo.
Sobreponiéndose a la inicial carencia de materiales, para el año 1992 Jesús Lara realiza tres series conjuntas. La primera de ellas fue Catarsis y otras alucinaciones.
El gesto expresionista se apodera de cada una de las piezas: desde el empobrecimiento cromático de las tonalidades hasta las pinceladas furiosas, agitadas. La pintura es de carácter austero, con colores neutros, de la tierra. El informalismo a su vez, rememora las conquistas del chorreado y la figuración latente por momentos se torna grotesca.
Son piezas que transmiten un mensaje de temor y muerte. Los espacios cromáticos son ambiguos y restringidos, las tonalidades oscuras. Sin embargo, el aspecto general de estas imágenes pasa de la ira y el ultraje a un resignado pesimismo sobre la condición humana en general y la cubana en particular.
Lara pinta lo que a nivel social vive a su alrededor, solo que su operatoria –un tanto incomprendida en su tiempo- desdramatiza la adaptabilidad a la praxis histórica, desde un lenguaje que sabe prepararse y adecuarse al reto sin prostituirse.
Title Angry face with sweet thorns
Technique Mixed on canvas
Year 1992
Dimensions 55 cm x 69 cm
Series Catharsis and other hallucinations
Availability Personal Collection