Por: Jorge Luis Urra Maqueira
Fotos: G. Blasky Studio
Junio rige el tiempo de los amores y bebe la primavera con la voluntad de preñar sentidos. Jesús Lara Sotelo asoma como un demiurgo e inflama la antorcha, ciñe los calores, el verano fatigoso, para convencernos de que es el mes ideal de las quimeras, aún a los que se niegan a fantasear y no perciben que sin ardores ni anhelos es imposible la vida. Lara está consciente de que nada expresa esa realidad deseada como las formas abstractas de representación; a fin de cuentas, en ellas subyacen ciertas narratividades y sus caminos perennemente conducen al pasado glorioso.

Paisaje aproximado. Óleo sobre tela. 2018. 100x80cm
Tráfago de junio es consecuente con el ideario del pintor, su negación (aunque fuere para este periplo) a la mímesis, a reproducir cualquier modelo exterior de la consciencia del artista, conduciéndonos hasta lo vital del acto creativo, a los aspectos cromáticos, visuales y estructurales, a la propia abstracción de las formas, el deseo de experimentar con materias no tradicionales, incluyendo andrajos o harapos, madera, yeso, etc. para traslucir lo diverso que somos, el uso de un colorido disímil y tipo de composición que favorece el equilibrio entre zonas con materias y las que no la poseen. Sin dudas, esas relaciones espaciales y las texturas son el mejor impulsor de la expresividad cromática y la gestión de un clima que se muestra creadoramente tensionante.

Habitación y nación. Mixta sobre lienzo. 2018. 97x80cm
La muestra irrumpe, justo, para celebrar los 30 años de su vida artística y se abre al diálogo con los públicos, toda vez que su “estética de desperdicio” proporciona nuevos recursos matéricos y técnicas, al estilo del collage, para erigir los relatos alternativos. A todas luces, el conjunto de 8 textos visuales posee cierto gestualismo y consiente una mayor relevancia a las intervenciones del azar y los antedichos signos texturales.
Alguien pudiera objetar la invariable nulidad figurativa (mejor narrativa); empero, estas ausencias son ficticias, pues la vivacidad del color y los entredichos visuales, así como la deíctica del intitulado de la exposición, dirigen la mirada a los trasfondos motivacionales; en tanto asideros del sexto mes del calendario gregoriano, propicio para cualquier tipo de tráfago.

Inauguración de la exposición Tráfago de junio y concierto Salmo de llovizna. Sala Ateneo. Teatro Tomás Terry. 2019
Tampoco se trata de un conjunto de textos organizados en el Ateneo cienfueguero con las habituales prácticas curatoriales. Su enunciado es interdisciplinario, especialmente por el uso de composiciones musicales inspiradas en sus obras, concebidas por autores e intérpretes de nuestra localidad, que la aguda Ariadna Cuéllar ha reunido bajo el título Salmo de llovizna.
Lara comparte una vez más sus creaciones con los sureños y nos deja el grato sabor de los primeros verdores. Las puertas del Ateneo se abren, justo, para despertar a una ciudad que aspira al cambio.
*Palabras al catálogo de la exposición Tráfago de junio de Jesús Lara Sotelo en la sala Ateneo del Teatro Tomás Terry. Celebración de sus 30 años de carrera artística.
Jorge Luis Urra Maqueira. Crítico de arte e investigador
Referencias y enlaces a su obra:
https://www.cubahora.cu/cultura/gimnasia-comercial-y-jerarquizacion-cultural-en-cienfuegos
https://www.jaguabay.com/latidos-de-la-bienal-en-cienfuegos/