Por: Rafael Acosta de Arriba
Fotos: G. Blasky Studio y Pablo Tarrero
El hecho de que Alicia Alonso se decidiera por una exposición de artes visuales para el cierre de las numerosas e intensas actividades con que la cultura y la nación cubana le ha rendido homenaje por sus noventa años de vida, habla de su estrecha relación con este arte. Pocos conocen que siendo veinteañera pintó y dibujó e incluso llegó a exponer en Nueva York por los años 40 del siglo XX, cuando se organizó una muestra con figuras de la actuación y de la escena en esa ciudad.
En la tarde de hoy, el joven artista Jesús Lara Sotelo ha querido dedicarle un cariñoso tributo a Alicia con esta muestra, en la que sobresalen retratos, escenas danzarias y piezas experimentales, además de cerámicas y un sencillo perfomance. Alicia, su obra y lo que representan vida y obra son, pues, los motivos de la exposición. Ballet y artes visuales se dan la mano para celebrar el cumpleaños de la bailarina insigne.

Exposición Supremacía del éxtasis. Memorial José Martí. 2010.
Lara es un autodidacta de la pintura pero además, ha publicado versos y aforismos, ha incursionado en la fotografía, el grabado, la escultura, y en muchas de las expresiones técnicas de las bellas artes, es decir, es un espíritu inquieto, sensible, un indagador de las formas que le arrancó al director del Museo de Arte Contemporáneo de Moscú, la frase: «es un insubordinado con el alma siempre al fuego», «simbiosis de anhelo y éxtasis». Y es que cuando se repasa la obra de este creador de plurales desempeños y leemos lo que prestigiosos críticos han escrito sobre su trabajo, no nos queda otra opción que reconocer que estamos en presencia de un buscador de las difíciles verdades del signo y de la palabra.
Por lo tanto, pienso que nada más adecuado a esa fiebre de totalidad por el arte que habita en Jesús Lara que inspirarse en quien fue –y es– la totalidad en el arte danzario, la bailarina que experimentó con extraordinario talento y fortuna todas las dimensiones de ese arte no menos complejo y hermoso.

Jesús Lara Sotelo, la prima ballerina Alicia Alonso, el Director del Museo de la Danza Pedro Simón y el crítico de arte Rafael Acosta de Arriba en las palabras de presentación de la exposición Supremacía del éxtasis.
En ambos, la vocación de libertad creadora rompe con cualquier tiranía de los estilos. La obra de Lara es esencialmente sensual, aunque como buen titulador haya intentado siempre acompañar sus piezas con las palabras. Él sabe que la voluptuosidad de las formas posee su propio y enigmático abecedario.
Pintar el movimiento ha sido siempre un imposible, y como nuestro artista conoce de esa certidumbre de la historia del arte, prefiere entonces registrar lo que el ojo avezado puede detectar como el movimiento interior de las imágenes. Entre pintura y danza se crean lazos que configuran lingüística, visual, racional y afectivamente su propio devenir como artes autónomas aunque superpuestas, interactuadas; vasos comunicantes. El mirar se hace más activo y el movimiento deja de registrarse para transformarse en imagen. En esta toma y daca basó el artista la estrategia de su muestra.

Capricho. Carboncillo y acrílico sobre lienzo. 150x100cm. 2010
El otro tópico notable son los retratos de Alicia. El rostro es lo inapresable de todo retrato, una epifanía que se niega a convertirse en imagen fiel, diría mejor que se trata de una imagen bullendo dentro de otra. Pintar rostros puede ser una tarea ingrata y Lara asume el desafío a sabiendas de los riesgos que corre. Es como pintar el tiempo, otro imposible.El rostro puede ser ese telón que se manifiesta en una puesta en escena solo en los entreactos, es decir, una repetición cada vez menos parecida, cada vez diferente.
Lara sabe que el rostro es siempre otro, incluso para uno mismo cuando se para frente al espejo. En esa zona misteriosa se situó el artista para regalarnos estos retratos de Alicia. Los rostros de la gran bailarina representan un itinerario de su arte a lo largo del siglo, y se trata, cómo ha sido reconocido por muchos, del rostro de la danza; Alicia es Giselle y es el ballet. Las construcciones de la imagen que realiza Lara están inspiradas no solo en el mito sino en la vocación de convertir en lenguaje su devoción y respeto por Alicia.
Del cromatismo y trazados metafóricos de Lara al metalenguaje del arte danzario de Alicia Alonso se despliega la muestra que ustedes podrán disfrutar en instantes. La vocación abarcadora del artista joven que apenas comienza (a pesar de su ya considerable currículum) rinde homenaje respetuoso a la obra consagrada. La conciencia del artista, ese pasmo de infinitud, el vértigo inefable que representa la creación artística, se fortalece y nutre al reverenciar el arte magistral de una persona que el mundo de la danza reconoce como de excelencia.
Cuadros, cerámicas, instalaciones, performance, y el valor indiscutible del conjunto que representa toda la exposición, se inclinan gustosos ante la musa inspiradora. En ese placer del homenaje debemos ver el verdadero valor de la muestra de Jesús Lara.
Felicidades Alicia, enhorabuena Lara.
¡Muchas gracias!

Alicia y el cisne negro. Carboncillo y tiza sobre lienzo. 120x100cm. 2010
Rafael Acosta de Arriba (La Habana, 1953) Doctor en Ciencias Históricas, Investigador Titular y Profesor Titular del Instituto Superior de Arte. Recibió en 1994 el Premio Anual de Investigaciones del Ministerio de Cultura.
*Palabras de apertura de la exposición Supremacía del éxtasis (2010)
Referencias y enlaces a su obra:
http://www.lajiribilla.cu/articulo/fotografia-y-ciudad-una-relacion-de-vieja-data
http://www.cubarte.cult.cu/periodico-cubarte/la-historia-no-tiene-cura-por-rafael-acosta-de-arriba/