A veces me gustaría avanzar una temporada de espaldas. La percepción agitada puede hundirnos en un drama sin salida. En cierta ocasión pregunté a qué velocidad marchábamos y muchos pensaron que había enloquecido. Los jardines de mi calle están quemados por el mar que invade con frecuencia. Todo parece inclinarse hacia la desembocadura del crepúsculo. Las oraciones ya no se escuchan por la celeridad con que se expresan a cualquier hora del día. Ningún acto de fe calma. ¿No creen que todo se haya vuelto demasiado rápido y que convenga a veces caminar de espaldas?
Velocidad
¿No creen que la velocidad nos esté anulando?
Cuestión de Fe
Los milagros reducen la fe (rechazo la idea de un positivismo insano). Mis alucinaciones me han llevado a un punto sin retorno. Las travesías tienen el poder de despegar los ojos ante una fosa común. Si logro multiplicarme no es para vivir con artilugios y otras banalidades. Yo prefiero lo irresoluto de mi vida, el mar a cuesta, la certidumbre en la hierba que piso con pies descalzos, el mareo sin referencias. Los milagros no refuerzan otra cosa que nuestra fragilidad.
Espejo
Los milagros reducen la fe (rechazo la idea de un positivismo insano).