Por: Omar Godínez
Foto y video: G.Blasky Studio, Irla Gallery, Wikimedia
Lleno de tentáculos y voces en su confesión interna, Lara nos conduce a la encrucijada del diálogo, compartiendo el oxígeno de su arte manchado de esperanza. Sin sonrojarse, reivindica lo desclasado, lo aparentemente antinómico al arte. Así se multiplica en sus obras, como copulando con la realidad.
No camina, salta o corre. Lara no se cuela, como dije, entra a empujones, reclama su lugar. No pregunta: irrumpe con su arte para poblar los territorios de la razón. Es un árbol que germina constantemente en su afán de abarcarlo todo, tiene un halo de insularidad que convoca al paradigma del descubrimiento.

Obras de la muestra Árbol Libre de veneno, con la que Jesús Lara inaugura su Galería Taller Irla, en la ciudad de Sevilla.
Su obra es como un gesto de él mismo, que apela a todo recurso posible para expresarse. Como un enfant terrible, mancha todo de su nombre. Hay una pluralidad de elementos en el discurso plástico, de escrituras cuneiformes, algo de sonido sordo, sin palabra, que acude a la efectividad del lenguaje pictórico de la materia. Suena a resuello que circula por los bronquios de un paisaje onírico intenso. Hay una insularidad y como decía Sartre: se equivoca acertando.

Orgía picassiana. 2007. Óleo sobre lienzo. 80 x 10 cm.
Más inclinado al impacto visual, él no explica: dice o insinúa. Por eso evade lo clásico, el apego a la forma definida y como un boxeador nos da golpes, sin parar, anonadando hasta el nocaut. Los golpes que recibe de la vida nos los devuelve. Inventa lo que no es para que sea lo que nunca ha sido. Lo extraterrenal en él es como un retorno a los orígenes o a la semilla. Le importa poco ese pasado ciego que nadie atina a ver. Cosmología.

Jesús Lara en su Galería Taller Irla junto al paisaje Salida (2007).
Lo táctil en su obra está plagado de facturas con su condensada violencia telúrica. En ella persiste un coeficiente bruto para ser procesado por el espectador, que como decía Marcel Duchamp: lo abarca todo y todos los soportes posibles.
Omar Godínez (La Habana, 1953) Pintor. Miembro honorífico de la Academia de Bellas artes rusa.