Texto:Elisa Alvarez Delgado
Foto: Glaskystudio
Por: Elisa Alvarez Delgado. Lic. Historia del Arte
Irla, un vocablo que renace
Cuando Jesús Lara Sotelo realizó su primera exposición personal no se imaginó llegar a los 30 años de vida artística con el vigor y la maestría que ha alcanzado hasta este 2019, porque aun teniendo definida la vocación de pintor, no siempre las circunstancias favorecieron su desenvolvimiento creativo de un modo convencional.
A juzgar por el entorno, no veo la manera en que cómodamente las políticas de uno y de otro se ajustaran al sentido común. Si algo admiro, y como yo, todos los que conocen afondo la obra de Lara Sotelo,es que se ha mantenido fiel a sus postulados estético-conceptuales sin rendir bandera ante las modas y tendencias de turno, el gusto o el favoritismo público.
El tiempo en retrospectiva ha arrojado pistas de la constancia y la tenacidad, y de un permanente ejercicio de búsqueda que ha repercutido, indiscutiblemente, en la base de sus variables artísticas. Por eso es necesario comprender la multidisciplinariedad del lenguaje de Sotelo como un proyecto en crecimiento, donde todo tributa y enriquece el acto creativo, como un espacio vital pluriforme y vitalista,de intensidades y relieves varios.
Nada escapa a este sentido de la movilidad. Un ejemplo de ello es el manejo de lo intertextual, recurso más relevante de lo que a primera vista parece: la Isla, que el artista transmuta en Irla. A ella la invoca desde “los atardeceres habaneros cuando el sol se hunde en la bahía como una boca de fuego”(Cuarto paso, 2005), o en“los malditos límites de siempre” (Lapso enervado, 2014); desde “el intenso sol de las calles” (Amaranto, 2015), y desde aquellos que“llevamos siempre el mar en la cabeza, salpicando los pensamientos, hundiendo algunos ideales” (Lebensraum, 2016).
IRLA fue también la exposición personal de 2015 que tuvo lugar en el marco de la XII Bienal de La Habana. Discursaba sobre los límites, ya fueran impuestos, geográficos, o del pensamiento en tanto [Lara] insistía en la participación del artista en el entramado social, en la subversión de los discursos públicos y privados sobre los trillados encantos y limitaciones de lo insular (Jesús David Curbelo. Pensar la isla. Palabras de apertura de la exposición).
En el año 2016, IRLA le dio nombre al poemario homónimo escrito por el artista, prologado en ese entonces por la poeta Marilyn Bobes (premio Julio Cortázar) y la crítica literaria y miembro de la Academia cubana de la Lengua Cira Romero,donde esta última hace mención a Lara Sotelo como “un hombre más allá de sí mismo”. Ese mismo año nació también Trainsurfing, o IRLA II, cuadernos que aún hoy permanecen inéditos.
La Irla ha sido sugerida,además, desde fotografías de las calles y de la naturaleza, así como desde paisajes que pinta como reminiscencias de una ciudad revestidas de musgo, humedad y protuberante vegetación al óleo.
Es este un lenguaje primordialmente implícito, que no se desarrolla sobre una sola línea semántica, sino que está entrecruzado por la intericonicidad y la polisemia.Esencialmente histórico, concebido igual en tiempos de bonanza que de carencias, por eso no ilustra, sino manifiesta, hace ser lo que antes no era, y desde entonces es: momento de revelación. Solo en esta libertad crece el arte verdadero porque cuando en las manifestaciones sensibles nace la necesidad de expresión vital, se muestran los intereses más profundos del hombre.
Irla regenera cada vez su significado, como un término que asimila la tradición del idioma y busca rebasar dicha herencia por senderos propios. Hoy ocupa el nombre de la galería que Sotelo inaugura en la ciudad de Sevilla, España como cierre de una serie de eventos que han tenido lugar a propósito del 30 aniversario de carrera artística.
En el mes de enero, en el Centro cultural Dulce María Loynaz fueron presentados los once libros publicados de Sotelo a cargo de voces especializadas del panorama literario, entre ellas, Cira Romero, Marilyn Bobes, Jesús David Curbelo (poeta, ensayista, editor y traductor) y Francisco López Sacha (ensayista, narrador y crítico de arte).
En mayo presenta Espacio vital, exposición-homenaje a los 60 años de vida artística del reconocido pianista Frank Fernández, Premio Nacional de Música, exhibida en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba. Más de 60 piezas fueron presentadas entre paisajes, abstracciones, retratos, cerámicas y esculturas. El propio pianista ha compuesto varios temas musicales inspirados en la multifacética obra del pintor, entre ellos Epílogo, Espacio vital (2016) y Lara(2009), un retrato musicalizado.
En el propio mes de mayo presenta en el espacio Sábado del Libro su segunda Antología poética titulada La vaguedad y otros problemas. Fue publicada por la editorial Letras Cubanas, con palabras del traductor y poeta Omar Pérez, en el prólogo, la poeta Marilyn Bobes y en el epílogo, el narrador y ensayista Alberto Garrandés.
En el mes de junio celebran en su homenaje la tercera edición del concierto Salmo de llovizna en la Sala Ateneo del Teatro Tomás Terry de la provincia de Cienfuegos. La laureada guitarrista Ariadna Cuellar presenta temas inspirados en los poemarios Domos Magicvs (2013) y ¿Quién eres tú, God de Magod? (1991) acompañada de la Orquesta de Cámara Concierto Sur, el Coro Cantores de Cienfuegos y la Orquesta de guitarras Ensemble. En dicha sala quedó emplazada la muestra personal de Sotelo titulada Tráfago de junio.
Junto a la Galería Gaudí de Madrid, Sotelo ha participado en ferias de arte como las de Marbella (julio) y Estocolmo (octubre), y ha expuesto en las muestras colectivas de la sede de la galería madrileña.
La galería-taller IRLAserá también un espacio múltiple, como lo son las piezas que la integran; sitio para la instalación, la video-proyección, la pintura, la escultura, la cerámica.De perfil inclusivo, busca el diálogo intergenérico, las revisitaciones, las confluencias y sobre todo, hallar nuevas preguntas de viejas respuestas, soluciones y no divergencias. Todo lo anterior, desde una identidad que remueve el espíritu insular al tiempo que interviene nuevos órdenes simbólicos de tradiciones orientales: la meditación, la aromaterapia, la música zen y de los cuencos tibetanos, el Taichi y el senderismo. A fin de cuentas, el Doctor en Ciencias del Arte Rufo Caballero (Matanzas, 1966-La Habana, 2011) lo había advertido desde el año 2008: Lara no quiere fosilizarse y por eso lo rompe todo, empieza de cero, mete el cuerpo, se arriesga siempre. ¿Qué otra cosa es la creación?
Sin dudas, nos hallamos frente a un Jesús Lara Sotelo que ha alcanzado la mayoría de edad en las artes visuales y que muestra un arraigamiento profundo a su Irla, que no es la Isla que le vio exponer por primera vez y que,a mi juicio, tampoco podía imaginar, como él, que llegaría al 30 aniversario con tan vigoroso trabajo artístico.
La Irla es el espacio gnóstico del artista, su experiencia multiforme y transdisciplinar, su exploración subjetiva en el placer del lenguaje,las posibles conexiones y continuidades con su historia, y todas esas formas de universalidad que como una potente fuerza motora han guiado el estudio de Jesús Lara Sotelo sobre la condición humana.