por: Adis González Sánchez
Es lícito violar una cultura
pero a condición de hacerle un hijo.
simone de beauvoir
Domos magicvs forma parte de la sucesión lírica distintiva del quehacer literario de Jesús Lara Sotelo. El poemario abre sus puertas, para recibir a los que seremos cómplices lectores, con una interrogante, ¿capciosa será?: «Yo vivo en una isla. ¿Qué de trascendental tiene?».
¿Qué puede tener de trascendental el lugar al que siempre retorna, no solo al espacio físico, rodeado de agua, sino el retorno a una espiritualidad poética y sustanciosa? Siempre hay algo que contar desde la Isla a pesar del agua que la ¨aísla¨ y rodea, a pesar de los mediocres e inasibles. En las primeras páginas del poemario, recurrir a los debates críticos sobre las fronteras desde dónde se crea, o mejor se hace, abre una reflexión:
(…) Qué importa morir si naces todos los días en cada palabra
que tortura
al mediocre, con su honorario de inquisitivo.
Hablo de los inasibles, de aquellos que no nacen y
por herencia mueren todos los días, imaginándose dadores (…)
El uso del juego de palabras laurea la belleza estilística que acompaña a los poemas del Domos… Súplica de los goznes responde a su interrogante; el hacedor reside en la arteria del genio, no lo rodea el agua sino una indescifrable sustancia que lo mantendrá siempre naciendo como eterno averiguador.
Averiguador es el papel que desempeña el sujeto lírico de la acción poética; todo el poemario es una ¨aventura vital e imprescindible¨, como lo llamara el maestro César López en su prólogo. Así ¨Trece cebras bajo la llovizna¨, su más reciente inspiración, completa el viaje iniciado con Domos…, y por qué no, el tránsito iniciado con los anteriores poemarios: Alicia y las Odas prusianas y ¿Quién eres tú, God de Magod?
Domos magicvs se convierte en puente de maduración, establece un diálogo con las formas de creación y pensar la poesía.
La variedad temática comprende el sentido unitario del libro, estilo desarrollado en su posterior escritura. El Domos magicvs es capaz de recibir la creación tal cual llega; temáticas como lo erótico, el amor, el miedo, o invitaciones a la reflexión continua llenan sus páginas. Ahonda en los intersticios del alma humana:
Veamos entonces, la pasión que se aviva en nosotros
Jugamos con fuego, el alma humana es vulnerable a las llamas, cuando se pierde el equilibrio del poder.
Siempre el comportamiento humano ha tomado protagonismo en la obra de Lara, desde su pintura y escultura; en esta ocasión se luce a través de la palabra, en su propuesta Prados de suplicios en blandas lágrimas.
Interesante son los títulos de estos poemas así como los paratextos que los acompañan, donde es notable la presencia de la música, revelación del bagaje cultural del autor: ¨Martianos¨, dedicado a Noel Nicola; ¨Tráfago de junio¨, a Leo Brouwer; ¨Cicuta de trovador¨, a Silvio Rodríguez; ¨Intérprete de la eternidad¨, a Frank Fernández; ¨Sospechosos por respirar¨, a Rufo Caballero y ¨Vivir entre puños sangrientos¨, a Pablo Milanés. Las páginas danzan entre canciones, amor, intérpretes eternos y trova. Estos nombres tienen especial importancia en la vida del autor, puesto que han conducido su crecimiento intelectual y personal.
Otro grupo de títulos revelan la presencia de lo intertextual; se refieren motivos bíblicos, la cultura grecolatina y otros derroteros: ¨Menos panes más palabras¨, ¨Marco Aurelio y la celebridad del dador¨, ¨Felices los que hienden¨. Este último muestra el apego por los textos antológicos de la literatura de nuestro país. Es directa, en el título, la remisión al poema de Roberto Fernández Retamar ¨Felices los normales¨. Mientras en el de Retamar el sujeto lírico logra contrastar como se necesita de las personas llamadas normales contra aquellas que hacen los mundos y los sueños, Lara prefiere aludir a la verdad: «¿Dónde están los hombres que buscan dentro//De la verdad su evangelio torturado por la evasión?».
Lo intertextual se destaca en la obra de Lara no solo por las referencias culturales del mundo occidental, sino también por las referencias a su propia obra anterior. Los propios poemas dedicados a grandes de la música cubana completan un homenaje iniciado en lienzos.
El sujeto lírico de los versos se aleja de la ironía, para apuntar de forma directa, cruda y rigurosa la crítica a la mediocridad. El rechazo a este recurso estilístico marca, en las escrituras de Lara, una ruptura con muchos de los poetas contemporáneos cubanos: «(…) hay mediocridad en la efervescencia del tiempo, //porque detrás es imposible reconciliar el sosiego (…)»; «Niégame el agua profunda de la mediocridad». No pocos son los versos que refieren la urgencia de superar lo vacuo:
Nada de beneficios para el dudoso y causante del horror.
¡Hoy viviré de tantas maneras como estrellas tenga la elección
del vivir,
Son innumerables, pueden disparar todos, vida sobrevivida es dicha
de vivir! Llevo 50 jugadas por detrás de los mediocres, solo,
una sola cosa no me queda claro: ¿Habrá que abstraerse tanto
del mundo para ver en acción todos los géneros del arte dramático?
El énfasis poético en escapar de insuficiencias, vivir al extremo, y experimentar el éxtasis recuerda no pocos escritos de poetas como Rubén Darío o José Martí, padres del modernismo latinoamericano; ambos reflexionaron acerca de la condición del artista ante la sociedad. En la poesía de los tres late la voz del autor. Prevalece en ¨As de coartadas¨, de Jesús Lara, la primera persona del singular:
Me hice llamar Nabucodonosor, el atávico.
El todopoderoso del silencio remendando dialectos.
(…) Porque el ideal es decadente como la prepotencia del triunfo.
Sé acusador, que hay una nación invisible
y otra fuera, muy fuera, lejanísima de las consignas
y la sentencia.
Como a Roma quemaron mis aforismos,
Olvidé que el que llega a saber deberá su cabeza.
No son pocos los paralelismos que pueden establecerse entre la poesía de Lara y la de Darío. No solo el escapismo de la insuficiencia, sino las fuentes culturales de las que beben es común para los dos creadores. Cada uno, perteneciente a diferentes espacios y tiempos, plasman en sus versos las huellas del conocimiento de la cultura griega y romana: el centauro y el minotauro se convierten en figuras simbólicas de sus escrituras. No es descabellado afirmar que otra de las influencias notorias que ha tenido el autor de Domos magicvs, es la poesía del poeta nicaragüense.
Si bien la unidad de Domos magicvs radica en su diversidad estilística y temática, hay un derrotero que marca la trayectoria artística del escritor, pintor y escultor. El erotismo hilvana casi la totalidad de su producción. De ciento ocho poemas, en este libro, gran número de ellos toca directamente o de forma tangencial la sexualidad y la sensualidad: «(…) Me aclaman las mil mujeres; esas, que me suman irremediablemente//Al más temerario de todos los juegos». Insiste en el juego de palabras que hace aún más interesante y profunda su poesía. Mediante una paradoja combina las connotaciones contrarias que poseen dos vocablos: temerario y juegos. En su estilo se aprecia un marcado interés por trocar los sentidos convencionales atribuidos a ciertos vocablos.
Lo erótico no se limita en el libro a referir la belleza femenina, o describir acciones sexuales, como en los versos: «Azotaré tus muslos con plumas de colibrí, //Grabaré con lenguas las puertas del imperio de la sal (…)», sino que se disfruta el uso de figuras retóricas; en el poema ¨Banderillero¨, es otorgada a la noche características humanas: «La noche tiene cáncer en sus mamas terroríficas».
En ¨Piedras de rebote¨ realza otro canto que sostiene lo erótico y es a partir del rechazo:
Ojalá me fornique la gripe para no hacer el amor contigo.
No merezco hacer tal sacrificio. ¿No creen ustedes?
(…) Prefiero los demonios del ocaso a que me veas dormir.
Martin Heidegger subraya el momento de éxtasis producido cuando algo se aleja de su posición como una cosa para convertirse en otra, este autor relaciona la poiesis con el renacer de una flor, con la iluminación. Poiesis es un término griego que significa ‘creación’, su origen: ποιέω, ‘hacer’ o ‘crear’. Platón define en El banquete el término poiesis como «la causa que convierte cualquier cosa que consideremos de no-ser a ser». Es una forma de conocimiento.
Domos magicvs es portavoz de una variedad admirable, y nada frívola, de lírica. Mientras hace gala del talento de su creador, este poemario, es a un tiempo enlace entre la obra anterior y posterior, marca una pauta en la evolución del hacedor, un peldaño más en la maduración escritural. Como puente entre obras anteriores y ¨Trece cebras bajo la llovizna¨ completa la visión que podamos tener acerca de la poiesis de Jesús Lara Sotelo.